Hoy recomiendo una Delicia: El viaje del Emperador.
Un maravilloso encuentro con la Belleza del mundo. Como escenario, los hielos perpetuos de la Antártida y como protagonistas esas hermosas criaturas llamadas pingüinos y su camino hacia la Vida.
La cámara los acaricia y nos muestra su mundo, su intimidad, de una manera que nunca antes se había visto. Somos testigos de una lucha incesante, de su arduo esfuerzo por sobrevivir. Al igual que ellos,
nosotros también luchamos por ese motivo. En estos tiempos, haber finalizado un día ya es haber ganado una batalla, aunque no lo parezca.
La Naturaleza los pone a prueba para medir su fuerza y para darle la valiosa oportunidad de continuar a quienes realmente se lo merecen. Así es la Vida misma, ya que nada nos cae del cielo ni la Felicidad es gratuita, tenemos que luchar arduamente para conseguir todo eso.
Y es inevitable estremecerse al contemplar a esas dos criaturas involucradas plenamente en su dulce y silente romance. No hay palabras para describir tal comportamineto, simplemente se aman. Las emociones y los sentiminetos han existido desde antes de que el primer ser humano pisara la Tierra, ahora sólo los asimila y los colecciona en su Alma, y de vez en cuando usando la materia los exterioriza y les da forma y les da el nombre de Arte.